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Lilí Muñoz

Lilí Muñoz

 

Niño y nube

El hombre comentaba:

- Fui a buscar trabajo. Busqué sobre la copa de los árboles. Debajo de las piedras. También en papeleras y contenedores. Aun dentro de los cestos en las calles. Nada. No encontré trabajo.

- ¿Y cómo es el trabajo? – preguntó el niño

- Creo que es verde y tal vez pesa mucho. Como una cruz. Al cabo de algún tiempo, luego de un horario muy raro, te dan dinero por las horas trabajadas

- ¿Dinero? ¿y qué puedes hacer con el dinero?

- Todo. Puedes hacer de todo.

- ¿Puede el dinero comprarme esa nube?

Y el hombre sonrió.

Lilí Muñoz (Neuquén,Argentina) y Alejandro Faus Avella(Vilanova i la Geltrú,Catalunya), 2011

 

Los ojos eran voces

Estaba prohibido reír

sin permiso

era una sociedad distinta

aunque

muy parecida a la presente

los ojos eran voces

se miraban dos veces

para saber si era verdad

circunstancias había

dos veces no bastaba

dejaban pasar cuatro suspiros para hablar

y se acercaban

como la gacela al agua

con precaución

se podía morir de amor en cualquier momento

se podía caer en la boca del lobo en un santiamén.


     Lilí Muñoz, Ciudad de Neuquén, 2011.

Al Mussara

Mientras nos deteníamos contra el muro semiderruido, me decías que hacía dos años que estabas de feriado. Desde que te quedaste sin trabajo. En el paro.

La bruma volvió a dibujar algún eco de tu voz, una media sonrisa, palma-bosque-de-incendio entre mi palma. Pura metonimia.

Pude entender rabia y sonrisa en cualquier Carnaval. Quise palpar tu piel.

Aquella niebla cerró los anillos.

Crucé la juntura que no vimos, amor.

Al Mussara, la ciudad en la grieta, existía.

 

        Lilí Muñoz. Ciudad de Neuquén, 2011



 

1 comentario

Marita Ragozza de Mandrini -

Con aires orientales la autora describe poéticamente realidades duras , como también la situación en sociedades de control.
" Puede el dinero comprarme esa nube"
Esta frase me la llevo en el alma.
Felicitaciones, Lili, y Betty por la publicación