Bienvenida, Mónica Flores
Material enviado por Lily Chávez
Yo diría que MONICA FLORES es afecta a mantener un bajo perfil. Pero no hay derecho, a que eso nos prive de conocerla. Esta cordobesa, nacida en 1954, es Licenciada en Historia y Docente de Teatro de la Universidad Nacional de Córdoba y su creatividad y talento está aflorando todo el tiempo. Ha publicado entrevistas a los hacedores del Teatro Cordobés, junto a J.Pinus y V.Moll (1997) y dos poemarios: Dunayad bajo el árbol que canta (Argos, 2003) y Poemas en la Isla , (Babel, 2010)
A qué nos trajo el mar
Pasan los años
hombre que miras el mar
y no hemos conversado.
Tal vez yo crea hombre que miras el mar
que no hemos comenzado a decirnos
aquello para lo cual este mar nos junta
nos abarca, nos hamaca, nos zarandea.
Adormecidos frente al horizonte lila
que vira del verde al azul
según pasan las horas del rosado al malva
cada amanecer nos detiene en la mesa
creyendo que somos perdurables.
Hombre que miras el mar
sin ver adentro tuyo adentro mío
¿qué más podríamos mirar?
Hombre que andas como yo
sin preguntarte a qué nos trajo el mar
por nuestras costas
¿a cegarnos con la arena de los días?
No tendremos más hondura
que aquella que aventuremos
hombre que miras el mar sin llevarme contigo
a regiones en que las olas son de nácar
y los corales acarician el alma.
La tormenta
Llueve atronadoramente llueve
las hojas se doblan bajo el agua
por fin llora su desconsuelo
llueve.
El barro se disuelve en sus recuerdos
a torrentes se lava el rencor
la lluvia cepilla
el odio que la acechaba
en todas las puertas.
Al borde del abismo
la tormenta la sostiene
mujer con brazos de agua
no hombre de brazos mentirosos.
Aunque caen las espinas de su cuerpo
la traición le afiló los rasgos
el veneno le dejó marcas.
No volverá a mirarse en los espejos
ya no brilla una melena
ondulante sobre sus pechos
ni se abre una flor roja para él.
Después de meses de sequía
de tierra partiéndose
cuando su piel y los pastos
se resquebrajan de mutismo
las ráfagas de agua
la envuelven
la danzan
lame esa agua
se desvanece la vanidad
ya no le parece
que sólo se ama una vez.
MONICA FLORES.
5 comentarios
betty badaui -
Te cuento que el primer poema me atrajo por esa forma sencilla y bella de decir.
El segundo, aún en la tristeza, conserva la atracción. Bienvenida, te agradezco, así también a Lily y a los comentaristas
Andrea Casas -
raúl -
que aquella que aventuremos
hombre que miras el mar sin llevarme contigo
a regiones en que las olas son de nácar
y los corales acarician el alma.
egeg2012@hotmail.com -
Enrique Rossato -