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Andrés Aldao

Andrés Aldao

              La señorita De Andrea

Fue como abrir una ventana somnolienta y contemplar un pequeño zaguán de mi niñez. El de la edad temprana en la escuela, donde la exuberancia de guardapolvos blancos en los recreos semejaba una exótica plantación de algodón desplegada en contorsiones, carcajadas y tenues miradas de alborozo. Y el temor de los brotes primerizos, de quienes se apreciaban abandonados, fuera del hogar y de la efusiva protección materna.

Y en ese módico zaguán, en el aula y el enorme patio, donde la campana era la piadosa y renuente voz de la escuelita de Luis Viale... la que anunciaba la entrada, los recreos y pausas, los festejos y el fin de la jornada, allí, erguida, majestuosa e imponente, resaltaba la imagen de La Sargento, la maestra correntina de primero superior, la que nos apocaba con su dulzura y la perpetua sonrisa que sobrevivió al tiempo, al olvido, a la desmemoria.

Allí, precisamente allí, estaba su imagen impoluta, el guardapolvo blanco donde reclinaba su cabello renegrido y nos contemplaban los ojos almendrados de la señorita De Andrea, eterna maestrita de sonrisa amplia, como su corazón, la voz con el dejo de su provincia natal. La que nos perdonaba los pecados ingenuos con sus pullas, tiernas pullas de la maestrita cuya vocación sólo apreciamos muchos años después, cuando ese zaguán de la niñez cerró su puerta cancel para siempre.

Hoy, cuando leí un alucinado aviso fúnebre, percibí que la indolencia de las malditas letras negras, como campanas tocadas a rebato, anunciaban que había muerto, también, el regocijo de aquel otro mundo en el que la señorita De Andrea había sido mi maestra de primero superior...

                        ANDRÉS ALDAO

Nació en Buenos Aires, Argentina - Reside en Israel

Fuente: Artesanos Literarios,enero de 2010 - sitio de Andrés Aldao

2 comentarios

Ariel l Fradi -

Maestro, sabe relatar y ganarnos el corazón.
Un cordial saludo.
Ariel


betty badaui -

Andrés querido, cómo me gusta el personaje, a la señorita Andrea se la ve en tu excelente relato.
Me agrada tenerte en este sitio porque además de tu literatura sé de tu vida , tus dolores pasados y tu grandiosa fuerza para reponerte.
Y sí, a Andrés se lo admira desde distintos lugares del mundo.
Va mi agradecimiento de siempre por los años publicándome en tu conocido y respetado sitio, tus artesanías literarias de Israel.
Un abrazo grande
Betty