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Bienvenida, Analía Pascaner

Bienvenida, Analía Pascaner

 

Quién es?

 

Mis pies contagian la pereza a ese sol que aún no salta sobre las montañas. Vislumbro un espléndido día: el cielo lucirá radiante, la gente disfrutará del prematuro calor y serán esas mismas personas quienes expresarán en el verano, agobiadas por cuarenta y tantos grados: "qué sofocante, ni un solo día fresco tuvimos en invierno".

Camino sin prisa reteniendo en mi alma el cielo gris que disfruté días atrás. Miro el rostro de las personas que cruzo. Me vuelvo y observo cada gesto, me detengo y examino cada palabra. Busco algo que me resulte familiar.

No lo veo, no lo puedo hallar. No lo sé encontrar, no sé dónde buscar. ¿Qué conozco de él? ¿Acaso sé quién es? No sé su nombre ni el lugar del planeta que recibe diariamente sus pasos. Mis ojos están vendados, ando a tientas sin saber si algún día lo encontraré.

Cierto acontecimiento lejano detuvo el tiempo mientras nuestras miradas se fundieron en una extraña sensación de deseo y urgencia. Luego el atropello: gritos y empujones, corridas y sirenas me abrumaron dentro de una realidad inesperada. Su mano me arrastró lejos de allí y nos hallamos solos, arrancando nuestras ropas, expulsando los pensamientos, desatando suspiros, explorando ocultos rincones, convulsionando la sangre, estallando de pasión. Y una vez en calma, sus dedos pasearon por cada milímetro de mi piel, me miró con dulzura, me besó con ternura y desapareció tan rápidamente que a nada pude atinar. Salí corriendo y me mezclé entre la multitud, lo busqué en cada rostro y en cada mirada. Nunca más lo volví a ver. Jamás tuve la certeza si estuvimos juntos o sólo fue una jugarreta de mi imaginación. Sin embargo, al evocar aquel instante mi corazón sale de sus límites, mi respiración se torna incontrolable, mi piel se eriza pensando en sus manos, mi cuerpo se estremece ante el deseo.

Nada sé de él. Tal vez está tan cerca mío como lo siento siempre: cuando necesito cerciorarme que no camina junto a mí, o cuando le escribo miles de palabras que jamás leerá, o cuando mi mente se enmaraña en esta obsesión.

Aprieto el recuerdo de ese encuentro, extiendo las palabras escritas, escondo los sentimientos dentro de mi corazón. Sólo eso tengo, sólo eso conservo de él. Sensaciones fugaces rondando mi vida. Un momento que no consigo olvidar ...o tal vez no quiero olvidar.

Hoy reniego contra aquél recuerdo que se apoderó de mí. Hoy necesito liberarme de esa persona adherida a mi vida y a pesar de ello muy cerca de él estoy ahora mismo, observando y mirando con la impresión de que realmente está a mi lado.

Camino sin prisa para encontrarme con un hombre. Doy vuelta a la esquina expectante por esta reciente relación que debiera rescatarme. Pocos pasos me separan del bar donde veré a esta persona que conocí hace algunos días y ejerce cierta atracción sobre mí. Alguien se topa conmigo, levanto la vista mientras murmuro una disculpa y de pronto el tiempo se detiene en esa mirada, en esos ojos que jamás creí ver nuevamente. Observo más adelante, aquel hombre ya está esperando sentado al lado de la ventana a escasos metros de allí. Regreso a esos ojos que están frente a mí, esos ojos que esperé todos mis días, esos ojos que se llevaron todos mis sentimientos hace tanto tiempo atrás. Le regalo mi sonrisa más valiente mientras él toma mi mano entre la suya y caminamos presurosos en sentido opuesto al bar.

 

© Analía Pascaner

 

 

 

 

15 comentarios

Analía Pascaner -

Queridos Alicia y Gustavo:
Muchas gracias por sus alentadoras y reconfortantes palabras. Gracias por su tiempo para leerme.
Nuevamente agradecida por brindarme tu espacio, querida Betty.
Mi abrazo
Analía

Gustavo Tisocco -

Analía este texto despliega todo tu maravilloso talento.
Agradezco leerte, agradezco tu afecto y tu compromiso con la palabra.
Gus.

alicia borgogno -

Agradezco a Betty por encontrarte en sus páginas.
Fue un placer leer tu obra,hay tanto sentimiento en tus palabras...te felicito Analía.
Un cariño enorme
Alicia Borgogno

Betty Badaui -

Pascaner, Chávez, Astorga, Taboro,López,Aristóbulo,Ragozza...
Me sorprende comprobar cuántos leen por internet y la generosidad de tantos autores que dejan comentarios a sus colegas.Quizás -es sólo mi opinión-, ése es el motivo que los hace destacables a cada uno en sus escritos, la fórmula no varía: lectura+escritura+trabajo constante.
Les agradezco por estar.
Retribuyo saludos, apretones de manos...
Betty

Analía Pascaner -

Queridos Marita y Aristóbulo:
Muchas gracias por su tiempo para leer mis palabras.
Aprecio y agradezco sus conceptos acerca del texto.
Un saludo cordial
Analía

Marita Ragozza -

Me encantó el desarrollo del texto, el entorno natural, la expectativa, el apretar el recuerdo. . .y, bueno, el final, a veces es la vida a la cual no nos animamos.
Felicitaciones.

Aristóbulo -

Es entretenido este cuento, me gustó el final por el flechazo de la mirada.
Analía te mando un fuerte apretón de manos.
Otro para los del blog
Aristóbulo

Analía Pascaner -

Muchísimas gracias por tus palabras, querida Amalia, y por tu tiempo para leer mi cuento.
Es cierto... tantas veces en la vida nos comprendemos con alguien tan sólo con una mirada, verdad? y aunque no lleguemos a la situación del cuento, esa mirada expresa todo.
Gracias Amalia.
Cariños
Analía

Amalia López -

Analía, leí el relato disfrutando porque es expresivo, tantas veces intercambiamos miradas, otras tantas esperamos y ese final me gustó, por la valentía de hacer el cambio.
Para vos, Betty y todos los que hacen esta revista mi cariño.
Amalí

Analía Pascaner -

Queridos Stella y Raúl:
Muchas gracias por detenerse a leer mi cuento. Aprecio su tiempo y sus comentarios.
Y ese final... la vida es un círculo, verdad?
Gracias.
Un abrazo y mi cariño
Analía

stella maris taboro -

Qué lindo encontrate aquí, con tu bagaje de letras, generosamente deslizadas hasta sorpendernos con su final

stella maris taboto

raúl astorga -

Analía: Muy buen texto con un cierre estupendo. hasta la última frase tuve la esperanza de que ella siguiera hasta el bar, ja. Un placer encontrar un texto tuyo en esta web de Betty. Con mucho afecto, desde Rosario. Raúl.

Analía Pascaner -

Muchas gracias por tus generosas y alentadoras palabras, mi querida Liliana, me reconforta leerte, gracias.
Un abrazo y mi cariño.
Analía

Lily Chavez -

Querida Analía, qué lindo encontrar tu texto en la página de Betty. Sabés lo que me gusta tu narrativa y leyendo el comentario que dejaste, es cierto, Betty contribuye mucho a esto de hacer conocer autores pero usted señora no se queda atrás,y en este camino la palabra va, viene, busca los recodos del camino, y es viento que se desparrama. Un abrazo .

Lily

Analía Pascaner -

Tan generosa y amable, mi querida Betty, y no sólo conmigo sino con tantas otras personas.
Muchísimas gracias por incluir mi cuento en tu espacio literario, el cual encuentro cada vez más amplio.
Un abrazo fuerte, mi cariño y agradecimiento.
Analía