El Hombre y la Poesía

EL CATRE Este es su lecho un catre, simplemente De aquí cada mañana salía para ir a su tarea y es aquí que a la noche dejaba sus botines empapados Se ven sus libros a la cabecera. Uno a uno estos libros voy abriendo En las páginas aún se ven las estrías de sus manos. El cepillo de dientes amarillo y el jabón todo blanco allí sobre el alféizar son de él Su camiseta azul de marinero con las mangas sin manos cruzadas sobre el pecho extendida quedó sobre la cama Este es su lecho un catre, simplemente Del muro cuelga ésa su gorra azul de los domingos Y allí abajo se ve, nuevo, un boleto de tren, abandonado sobre el piso NAZIM HIKMET Nacido en Estambul en 1902 ARTE POÉTICA Que el verso sea como una llave Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra; Estamos en el ciclo de los nervios. Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas! VICENTE HUIDOBRO NADA Hastiado de la nada llamo al viento antiguo asesino de hojas sin cara en árboles secos con ramas secas enanos infértiles de parques sin ríos con aguas inexistentes. Ojos mutilados ausentes de la nada negra cubierta de caracoles que no terminan de ser ficción de mente extraviada en túneles oscuros redondos y vacíos. LELIO RICARDO GURRUCHAGA Rosario - Argentina EL DESVÁN OLVIDADO “Lo que se entierra vivo no duerme bien.” Césare Pavese. Siempre habrá cosas que nunca dijimos que cuelgan del destino como murciélagos de polvo: palabras, larvas de la memoria encerradas con mil llaves en desvanes abandonados para zurcir las horas rigurosas del implacable recuerdo. SANTIAGO BAO Argentina XV Sólo soy a tu lado entre tu alma y el aire porque el amor es la distancia más corta entre dos voces, la palabra imposible, el silencio que de dos bocas nace, la ceguera incurable, porque lejos de ti no soy nadie. XVI Amar es sentir que estás, que no te has ido, que nunca te irás, vivirlo en círculos, sintiéndolo sin cesar, querer que todo sea sencillo como el alma, siempre igual, deseo hundido en el deseo cubierto de mar. XIX [Sucede que me canso de ser hombre] Pablo Neruda Hay un momento después de sufrir que se agota el sufrimiento, un cansancio de lo oscuro te arrebata el dolor más cercano. Hay un momento, por fin, que uno deja de ser humano. XX Hay encuentros mágicos de seres donde abundan eternos juramentos y señales divinas que auguran perfectos momentos para los pactos hacia la unión final que expanda según la ley de los astros un alma en otro cuerpo sagrado. XXI Cuando te encuentro en la mañanas nuevas, De manos abiertas en las tardes perfumadas, Cuando repartes el amor en besos estrellados Y helada entregas la piel con los sueños, Un forjado de acero me sostiene Y mis pasos se dirigen firmes a la luz de tus ojos para el descanso. JOSÉ MANUEL OLIVEROS SEDUCCION, LABIOS Y MAR Localicé el ocaso del día en mí, creyendo ver tu sonrisa en la bruma, evolución del silencio en frescura, cual tesis desleal de mis sentidos. Perduras, el olvido aún no erosiona, te sumerges y emerges en las aguas, cristalinas aguas de voluptuoso oleaje, donde Poseidón no reina, sólo mi mente. ¿Fue la seducción mi soledad? no, creerías que profané la necedad, fueron tus labios con reminiscencia a Mar, néctar divino que incendió a mi alma. Lapso, detente impertinencia burda, monólogo destructivo de mi ser, agitarás el recuerdo hasta agotar la luz, al resucitar tus labios estos versos. Contemplé el respirar de la noche en mí, creyendo ver tus ojos en la penumbra, cristalizó el resplandor de la tiniebla, ofrenda mortal, en la Bahía del Adiós. GUSTAVO GALLIANO Rosario TEXTO EM PORTUGUÊS SEDUÇÃO, LÁBIOS E MAR Localizei o ocaso do dia em mim, acreditando ver teu sorriso na névoa, evolução do silêncio em frescura, como tese desleal de meus sentidos. Permaneces, o olvido ainda não erode, imerges e emerges das águas, cristalinas águas de marulhos voluptuosos, onde Poseidón não reina, apenas minha mente. Foi a sedução minha soledade? não, pensarias que profanei a necedade, foram teus lábios com reminiscência de Mar, néctar divino que incendiou minha alma. Lapso, detém impertinência tola, monólogo destrutivo de meu ser, agitarás a lembrança até cessar a luz, ao ressuscitar teus lábios estes versos. Contemplei o respirar da noite em mim, acreditando ver teus olhos na penumbra, cristalizou o resplendor das trevas, oferenda mortal, na Baía do Adeus
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.
el adjetivo, cuando no da vida, mata.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
reside en la cabeza.
Hacedla florecer en el poema
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