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La Mujer y la Poesía

La Mujer y la Poesía

 

 

 

         SALVACIÓN

Se fuga la isla.

Y la muchacha vuelve a escalar el viento

y a descubrir la muerte del pájaro profeta.

Ahora

es el fuego sometido.

Ahora

es la carne

la hoja

la piedra

perdidos en la fuente del tormento

como el navegante en el horror de la civilización

que purifica la caída de la noche.

Ahora

la muchacha halla la máscara del infinito

y rompe el muro de la poesía

ALEJANDRA PIZARNIK

Argentina

 

Los relicarios dulces

 

Hace tiempo, algún alma ya borrada fue mía.
Se nutrió de mi sombra... Siempre que yo quería
el abanico de oro de su risa se abría,

o su llanto sangraba una corriente más;


alma que yo ondulaba, tal una cabellera
derramada en mis manos... Flor del fuego y la cera,
murió de una tristeza mía... Tan dúctil era,
tan fiel, que a veces dudo si pudo ser jamás...

 

DELMIRA AGUSTINI

Montevideo-Uruguay

1887-1914

 

  MUJER DE ARENA Y NOCHE

La cresta azul de vértebras,

la voz de carne de tus muslos

bebedores

mujer de gritos super cine

porno no

pero sí en video

textura mística de calas

que no darán a luz

ya no

no habrá suceso.

 

La aurora lame

con pausas

y en rosado

lentejuelas de álamos batientes

se mezcla

silabeante en la marea

entre la arena rústica

minimal

valva pubis.

 

Escultura de algas

saliva hecha de mar

ni el hueco

ni la sombra

ni la risa

salitre espuma

antigua y grutal al sur

la mujer se deshace

interminable inicio

vesperal

alma-piedra.

       LILÍ MUÑOZ

  Neuquén-Argentina 

 

 

     PERO AÚN RESPIRO *

Hay una fragilidad del aire.

Hay una lánguida quietud de nubes en el espacio

detenido.

La amenaza

de que empiecen a caer los pétalos de todas las flores

las hojas de todos los árboles

los párpados de todos los ancianos.

Un reloj se hace pedazos en el horizonte acuoso.

Veo el mundo a través de esa fragilidad del aire.

Ahora circulan por mis venas satélites espías

aviones grávidos de pestilencias

hongos encapsulados

niños que se convierten en arena.

Hay la oscura remezón de mis huesos,

creo que no puedo, pero aún respiro.

El espacio (toda la impura extensión del espacio)

me cabe en un suspiro.

Hay quienes se conforman. (Ya sé: el Reino

no es de este mundo).

Pero hubiese querido que este mundo fuera el Reino.

ROSA FASOLÍS

Rosario-Argentina

*Extraído de la revista DE LITERATURA…y algo más… Junio de 1999.

 

QUIERO IMITARTE

Quiero imitarte

desde el dolor que me producen

tus ausencias.

Quiero copiarte el gesto,

ese desdén que abarcan tus manos,

para poder así refugiarme

en esta soledad absurda

donde solo yo me he exiliado.

Quiero imitar amaneceres

para hallar el declive nocturno

entre tanta oscuridad que se me adhiere.

Quiero ser cielo y ser verde.

Quiero soltar esos pájaros cautivos,

equidistando cielos que no existen.

Quiero profetizar mi abandono,

para denunciar tus manos.

Quiero pensar que me oscureces

para rehacerme luz y beberte mis sombras

ELSA FLORIT

Cañada de Gomez

Argentina

 

BAILAN NUESTROS CORAZONES

A ritmo de un bello bolero,

Se agitan nuestros corazones

Batidos por nuestro candor.

Arden nuestras entrañas…

Susurros y besos

Con sabor a cerezas.

Nuestro baile nada convencional,

Sin movimientos físicos,

Fundidos en un fuerte abrazo.

No olvides nunca,

Aunque tu cuerpo no pueda danzar

Tu corazón siempre lo realizará.

Ven, te espero a compartir

Una nueva cadencia

De amor

¡¡¡Solos tú y yo!!!

Kellypocharaquel

RAQUEL TEPICH

Argentina

 

SUSTITUCIONES

Sustituíamos las lámparas

con la luz de las velas…

Cuando las manos se buscaban

un engrandecimiento de corazones

multiplicaba caricias

y el júbilo de los candiles

ofrecía llamativas figuras

que enloquecían a las sombras.

   A la sombra de los otros

   y de mí misma

   me reinvento cada día

   -nuevos focos de luz -

   que amordazan tinieblas

   y convergen hacia el

        amor.

BETTY BADAUI

 

 

 

 

 

 

2 comentarios

deliteraturayalgomas -

Gracias Raúl por la lectura; coincidimos, Rosita Fasolís vibra en sus escritos.
deliteraturayalgomas

raúl -

Siempre pensé que aquellas/os que escriben poemas tienen algo de mago y merecen mi admiración. Es lo que hacés con tu texto, Betty, magia. Igual que esa mujer que una noche en la AZ Café me sorprendió con sus lecturas y hoy me muestra también su magia: Rosita Fasolis. Cada año que pasa me pregunto con más frecuencia ¿Cómo hacen? ¿Cómo hacen?