Bienvenido, Gustavo Tisocco

Es parte del entierro estos brazos que por colgar pesan tanto, esta voz que quedó muda entre exilio y sin-razón, estos zapatos que visten abismos. Es parte del entierro el lento dolor de la daga, la sed en labios secos, la hoguera que siempre espera. Es parte del entierro estas ganas de ser pájaro, esqueleto inerte. Para escribir un poema de diez hectáreas tendré que convocar a todos los peces, al mago que deambula en las noches, al aroma de pan horneado, a la espuma del mar. Deberé resucitar a los que me dejaron, retornar barcos encallados en la brisa, zafiros y esmeraldas, al niño que soñaba con ser espantapájaros, al viejo campanario, al andén del pueblo aquel. Pondré el nombre de mi madre, los fantasmas de mi gente, una gota de río, la caricia del sauce. De la más ínfima hierba la fragancia, del rompecabezas los enigmas y de los ojos del ausente las plegarias. Un poema de diez hectáreas insume tener frío, dejarse llevar como una veleta, despertar en el tango que nos desnuda, ser cometa, buzón, arquero. Que nos deslumbren los cuentos de sal, el vuelo del colibrí, y las estatuas en su jaula. Que tenemos un país herido no debo olvidar, que hay abuelas que esperan y una isla llena de lápidas y voces en la bruma. Que el Crucificado sigue siendo crucificado, que se mutilan a diario tantas alas, que se ríen en el norte de los que pernoctamos aquí en el sur. Y cuando me falten palabras para las diez hectáreas acudiré a tu nombre, tus pies de duende, a tu beso, tu sexo enhiesto, tu mirada verde, a tus dudas y certezas, a tu valle encantado, a tu insomnio, a tu alcohol. Sólo ahí nacerá el poema, grito extendido inmortalidad cierta.
Niña
afuera llueve,
no te acerques al aljibe
que puedes caer al foso.
El foso es penumbra,
humedad y tragedia.
Niño
afuera hay sol,
no te acerques al aljibe
que puedes caer al foso.
El foso es para suicidas,
ladrones y asesinos.
Madre estamos ya en el foso... aquí hay cadáveres honestos, sueños desechos, hermanos torturados. Rescátanos y desenmascaremos juntos a los duendes verdes que habitan entre flores. GUSTAVO TISOCCO Corrientes- radicado en Buenos Aires
19 comentarios
Alicia Borgogno -
Alicia Borgogno
Erika Martínez -
Rosa Lía -
Mariano Shifman -
Mariano Shifman
susana rozas -
Valoro enormemente la capacidad que posees para ofrecer calidad, cantidad y calidez en en esos paisajes anímicos. susana
David Antonio Sorbille -
anahi -
en tus poemas hay sabiduria literaria y de vida
cariños
Anahi
Marga Mangione -
Tus poemas son cantos a la verdad y a la libertad. Me encanta leerlos, pero te confieso que debo hacerlo varias veces. Cuanto más penetro en ellos, más me emocionan.
Un abrazo
Marga Mangione
Camilo -
Eres un gran versificador lleno de sensibilidad.
saludos, Camilo
Elisa Dejistani -
Un abrazo enorme a los dos.
Lily Chavez -
Claudia Lonfat -
Un abrazo fuerte amigo!
jorge hirsch -
Fanny -
Voy a cometer el Palabrisidio con tu Poesía, Tisocco.
Sensiblemente, Fanny
irene marks -
osvaldonorberto -
Un abrazo y feliz año.
Osvaldo
Gustavo Tisocco -
Un abrazo Gus.
hablador -
hablador
deliteraturayalgomas -
deliteraturayalgomas