Lily Chávez

   LA CICATRIZ

La niña camina en mi noche.

Conoce las callejuelas de estrellas encendidas.

El boulevard.

El umbral de aquella casa.

Allí se sienta la niña.

No deja que yo la toque.

Espera a alguien

y ese alguien no llega.

Llora la niña.

No deja que yo la toque.

Nada puedo hacer para secar sus lágrimas

ni evitar que desarme su cuerpo

como una vieja muñeca.

Despierto.

No dejo que a mi miedo nadie toque.

Soy una mujer que ha crecido rota

 

  LILIANA TERESA CHÁVEZ

10 comentarios

[Amado - 15 de enero de 2014 - 15:07]

Te quiero.

[Sonia Castro - 20 de noviembre de 2013 - 12:33]

Quedé llorando con este poema, me tocó profundamente
felicitaciones

[Rosa Lía - 11 de noviembre de 2013 - 05:35]

Conmovedor, una grieta en la infancia. Me gustó...abrazos

[Inés Arce Gutierrez - 06 de noviembre de 2013 - 17:52]

Poema que conmueve, escrito por una grande.
Besos
Inés Arce

[Ana María Montes - 06 de noviembre de 2013 - 01:11]

Hago caso a la invitación de visitar la página. Realmente es muy linda, y se puede disfrutar de poemas bellos bellos como éste hasta hermosas narrativas. Felicito a Betty por su trabajo de difusión.

[Lily Chavez - 05 de noviembre de 2013 - 13:58]

Oh, Betty, gracias por la publicación, no sabía, no había tenido tiempo de entrar porque anduve de viaje. Gracias por tu difusión de poetas. Un abrazo

[Andrea Casas - 05 de noviembre de 2013 - 13:53]

Me emociona toda la poesía de Lily. Me gustó leerla, tengo ese libro suyo (el primero) y el segundo a su madre que me pudo. Gracias Betty por publicar su obra.

[Gus... - 04 de noviembre de 2013 - 22:49]

Poema que leo y re-leo y no deja de emocionarme, hasta tengo la voz de Lili en la memoria cuando lo lee, hermoso...

[Amalia López - 04 de noviembre de 2013 - 17:12]

Lily, este poema me sacudió internamente y tengo que reconocer que me siento esa niña.
Con todo cariño.
Amalia

[betty badaui - 04 de noviembre de 2013 - 06:11]

Lily querida, cómo me disculpo si no te pido autorización, pero también, cómo me quedo sin esa niña que camina en tu noche y sin esa mujer maravillosa que dice haber crecido rota. lo leí, me antojé y ahora lo acuno como hago con las obras que me conmueven.
Gracias, amiga, por estar y por tu apoyo de siempre.
Abracito