Rainer María Rilke
Las hojas caen, caen de muy lejos como mustiadas en el cielo, en remotos jardines, caen: como un ademán de rechazo. Y en las noches, la pesada tierra cae, fuera de las estrellas, en la soledad. Todos caemos. cae mi mano. Y mira los demás: en todas ellas está. No obstante, hay alguien que detiene esas caídas con infinita dulzura entre sus manos. Rainer María Rilke Austria-Alemania, 1875-1926
2 comentarios
María I. Ramírez -
María Inés
Raquel Luisa Teppich -
Abrazos y besos
Nadina y Raquel