El hombre en la poesía

ROSA DEL CAMINANTE
Álamos fríos en un claro cielo azul,
con timideces de cristal
sobre el río la bruma como un velo,
y las dos torres de la catedral.
Los hombres secos y reconcentrados
las mujeres deshechas de parir,
rostros obscuros llenos de cuidados,
todas las bocas clásico el decir.
La fuente se seca, en torno el vocerío,
los odres a la puerta del mesón,
y las recuas que bajan hacia el río....
Y las niñas que acuden al sermón.
¡Mejillas sonrosadas por el frío,
de Astorga, de Zamora, de León
RAMÓN MARÍA DEL VALLE INCLÁN
ESPAÑA-1869-1936
LUZ claridad inmaculada me espera al cruzar enmohecidos umbrales espaciotiempo hacia una calle cualquiera donde bulle la vida Dulces cabecitas carmesí imaginando aleatorias coreografías frente a yermos ojos que sin embargo cobran vida ………………………….. fugaz instante en la quietud eterna del espejo. EDGAR PIÑEIRO Corrientes Tenga cuidado, amigo, eso que tiene a tiro es la humanidad en la persona de alguien, cualquiera tenga el mayor cuidado siempre porque lo humano es tan fuerte y tan frágil tan sensible al amor en cualquiera de sus formas tan vulnerable al desamor tan pájaro tenga tacto en el trato con esa delicada criaturita puede matar al ángel puede helar para siempre la sonrisa puede arruinar al niño dentro del hombre o malograr al hombre dentro del niño puede romper tan fácilmente un alma y es tan difícil después reparar tenga piedad al ver su torpe modo su gran error su más querido vicio al oír su mentira o su verdad la hora de su puño o de su canto tenga cuidado incluso antes que nada con usted mismo a solas para sí en el espejo en el lecho del sueño en el trabajo en el recreo mire cada humano conduce a un amor y cada odio conduce a un infierno no le prohíbo odiar ni me prohíbo también eso es humano sólo me pido y le encomiendo amigo mucho cuidado con esa materia RUBÉN VEDOVALDI Capitán Bermúdez (Santa Fe) ARGENTINA
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