La mujer en la poesía

EN ESTE OCASO Sobrevuelo el abismo de mis miedos donde mueren los días, donde las noches se hunden en una niebla de sonidos fantasmales. En mi propia soledad arrojo las dudas al vacío, me abrazo a mi cuerpo y enhebro las auroras huérfanas de hastío. Miro callada desde lejos… Puedo ver colmenas cargadas de sueños a orillas del gran silencio. Giro mi vuelo… Exhalo un humo de pensamientos mientras la tarde muere. No quiero naufragar en este ocaso de gritos. Quiero llegar al alba. ALICIA BORGOGNO MARIONETAS En la quietud del parque NORMA PADRA Empatía Si clavara los ojos más allá de mis dedos templaría la angustia de mi interlocutor. Si puedo hacerme árbol para palpar las hojas tostándome la piel no sufriré por África. Una huelga de hambre emprendida en mis venas no reproduce el trigo ni los peces del mar. La adopción a distancia me redime el espíritu sin sentir la caricia de mi hijo en la piel. Un millón de vocablos no secan una lágrima, no nutren otro vientre ni anulan una bomba. El cariño, aunque grande, no edifica paredes, no reconstruye miembros ni desarma la guerra. Ayudo o me ilusiono si reutilizo el agua, desconecto el enchufe; reciclando el papel. En el fútbol perenne no hay quien gane o pierda, cambian los jugadores y no existe el penal. Marta Roldan
la música de los pájaros
aún se escucha.
Sobrevivo en la jungla
entre disparos y crueldades.
Han secado hasta las fuentes.
Sin agua ni migajas,
los pájaros penden del cielo
por hilos invisibles.
Marionetas ellos y yo.
1 comentario
Gustavo Tisocco -
Un abrazo gus.