El hombre en la literatura

LA PERSISTENTE TORMENTA DEL CORAZÓN *
que haya pan
que haya luz
que el viento sople
que no se agoten las caricias
que haya siempre surgentes en el norte
que el día
simplemente
llegue
cada día.
ALBERTO TASSO
De Dibujos al carbón
Reside en S. Del Estero
*Fuente final: Luz Azul N° 104
VI
Y de pronto, como si nada, como si todo, aparecen ellas alertando el devenir con su canto desde los arracimados árboles, desde sus cortezas rústicas y monocromas, canto naciente desde la profundidad misma donde los sueños duermen y despiertan fogosamente.
Y el canto arde en los árboles, cobijantes de la luz, de los susurros, de los pasos, de los amores, de las angustias y de las alegrías de los humanos. Arde el canto y se expande hasta pasar desapercibido a los oídos, recordándonos que el verano está afincado en estas tierras.
Es un sueño vivo, es el sueño de la tierra transformado canto.
Las chicharras, hijas de la tierra, nos recuerdan que los sueños se comparten con el canto. Y celebro.
(Del escrito inédito: “Los sueños del parque”)
Oscar A. Agú
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