La mujer en la literatura
A HUAMANGA - PERU
AYACUCHO
Te haces tierno,
niño de ojos negros,
grandes como el alma,
tez de indio de los ancestros.
Sombrero de pariguana
abre alas,
alaza amistades.
Palabras de adobe curten
la batalla.
Bolívar regresa,
lluvia de honores,
jinete de sueños.
Yo, desde mi colombianidad,
hija de Simón,
de sol me baño,
anfitrión de mañanas sonrientes.
Hoy entre ustedes,
huamanginos de estirpe y fuerza,
me bebo vuestra tierra.
Una comida con las manos,
manjar de costumbres del lugar
entrelaza puentes,
ayeres de amor,
de patria fértil,
unificada.
Plumas de luna bajo la mirada
del Inca dibujan
el quechua de mis infinitos,
donde se posan nuevas querencias.
Ayacucho de huella hidalga
en el corazón ajeno,
susurro de historia
en mi canto hermano.
BELLA CLARA VENTURA
Bogotá-Colombia
Encuéntrame
Encuéntrame,
pero no me busques
en los caminos adoquinados del estío,
búscame por esos senderos etéreos
que conducen al alma.
Encuéntrame,
pero no me busques
entre lo más probable,
busca mejor en lo imposible.
Encuéntrame,
pero búscame en el recodo de un río
o en el ocaso sobre un mar en calma.
Jamás me hallarás
en el ruido ensordecedor
de una ciudad y su gentío.
Encuéntrame,
pero no me busques
entre las órbitas vacías de la noche,
búscame en el frescor del alba,
cuando el aire va montado
sobre el canto de las aves.
Búscame en la humedad de una lágrima
y en los arpegios de un otoño olvidado.
Encuéntrame,
pero no me busques por los sitios
poblados de pisadas.
Búscame allá donde el silencio
está acodado entre la piel
de los recuerdos.
Encuéntrame,
estoy perdida en la vida
pero no en los sueños.
ELSA FLORIT
Cañada de Gómez
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Carta a lo que no fue
Amor:
Ayer encontré el poema de Idea Vilariño, aquel que te recité la primera vez que te sentaste a charlar conmigo.”Ya no será, ya no, no viviremos juntos….Nunca sabrás quién fui, por qué me amaron otros.”
Nunca lo sentí tan mío como hoy ¿Profético? Tal vez por eso me gusta tanto, tal vez por eso te prendí una luz en la mirada, una luz que aún se balancea en tus pestañas.
Somos dos almas que en determinado momento vibraron en la misma frecuencia, quizás por que se necesitaban. Después llegó la andanada de mensajes al celular y tus apariciones repentinas con cualquier excusa para verme. Fuiste compañía, el mago que siempre tenía un conejo a mano para mostrarme.
Era linda esa magia que nos rodeaba y saber que nadie tendría tantas certezas sobre tu vida como yo, y que la alquimia nos envolvía y el disfrute era mutuo.
Qué importaba el después, si los dos sabíamos que era yo la que se alejaría. Qué importaba el después si los dos entendíamos que nunca te irás de mí, ni yo partiré de tu vida aunque estemos lejos.
Jugaste al protector, me viste por dentro y me dejaste verte .Y sabías que yo sabía, y que cada gesto, cada caricia disimulada la guardaríamos para siempre en nuestro corazón.”Ya no soy más que yo para siempre y tu ya no serás para mí más que tú”.
En el país del presente la nostalgia anda revoloteando recuerdos y esta noche te pertenecen. Un abrazo muy grande.
ROSA LÍA CUELLO
Cañada de Gómez
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Lily Chavez -
Lily Chavez