Bienvenido Darío Rossi
X
A fuerza de hacha abrieron los caminos del arado. Y el árbol que no sabe de venganzas se hace sombra y descanso.
Paraísos frondosos, eucaliptos para las tisanas, y un sauce que acompaña las penas.
Su vocación de cielo enseña el camino de los ruegos.
XI
No se puede arrancar de las uñas la grasa de los carros, le recuerdan las manos de su padre.
Es lindo el campo grande cuando no hay que trabajar de peón.
Madera y reja van transformando, reja para el deseo, madera, el corazón.
Otra vuelta de arado, y en la punta un momento, secar sudores, echar un cálculo.
¿Cuánto falta para que baje el sol, para el domingo, para la paga, para el amor?
XII
Después de la siega se irán al pueblo a descansar sus ojos de las largas miradas que exigen las llanuras.
Convocar la palabra adormecida en el silencio de los cardos.
Aprovechar vino y cartas para hacer amigos y enemigos en el alboro de las charlas
A la madrugada retorno.
Del libro "División de Fantasmas" |
DARÍO ROSSI
Poemas enviados por Lilí Chávez
4 comentarios
Marita Ragozza -
Vero -
La fuerza de lo simple y profundo.
anahi -
Anahí Duzevich Bezoz
Lily Chavez -