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Jorge Isaías

Jorge Isaías

 

¿Cómo se llamaban

esas

clavelinas

que sembraba

mi madre?

Las había blancas

violetas

rosadas

y muy rojas.

¿Adónde fueron

a disecar

sus pétalos

suaves

sus hojitas

pecioladas

y en qué lugar

escondieron

ese perfume

que aspiró

mi infancia?

 

ºººººººººººººººº

 

Y aquellas florcitas

que mi madre

llamaba

"boca de conejo"

Puedo jurar

que las tuve

entre mis dedos

breves de entonces

y el nombre

le venía

como un guante

de medida.

No las he vuelto

a ver

ni a pensar en ellas

en todo este largo

adormecido tiempo

en que no supe de mí

como si hubiese

estado en un cono de sombras

y otro de llovizna.

      ºººººººººººººº

Fuente:  Lluvia de marzo

Autor:  Jorge Isaías

Prólogo: Graciela Cariello

Foto del autor:  Luciana Isaías

Colección de Poesía

Í  C  O  N  O

Editorial CIUDAD GÓTICA, 2012

Rosario

(Los poemas presentados pertenecen a las páginas 104 y 105)

 

        ºººººººººººººººº

Finalizo esta página agradeciendo a Jorge Isaías este libro que leí en su totalidad sin decaer mi entusiasmo; se goza la naturaleza en cada poema y disfruté como lectora cada tramo que llega con “una dulzura que hace aguas en el esplendor de una pena”.

Es un placer, Jorge Isaías, tener este libro en mi biblioteca, o en mi cartera para volver a leerlo en la mesa de un bar.

   Betty Badaui

(Entre comillas verso extraído del libro)

 

4 comentarios

Be.Morero -

Bellisimo, mi abuela las llamaba conejitos y tambien habia clavelinas y otras, gracias Betty

Anónimo -

Jorge, una vuelta a la infancia en el recuerdo de las flores, luego de transitar por la vida. Qué suerte que has podido encontrarte.Abrazos
Rosa Lía

Lily Chavez -

Creo Jorge, que esos interrogantes, en esos aromas que a veces parecen escaparce está todo lo que nos contiene. Nada de eso se escapa ni fuga, es ese esplendor que acompaña - por suerte- la vida de cada uno. Me parecieron bellísimos poemas.

Ariel l.Fradi -

Mi mamá, en Rosario tiene muchas flores y yo las extraño, también el mate y los asados y a Betty que siempre confió en mí, que me enseñó a ser libre.
Te envío un abrazo por traer el recuerdo de las flores de mi mamá
Ariel