Bienvenida: Elisabet Cincotta

el plato de lentejas perfuma los rincones entonces pienso en romper el silencio me hablo me converso resuena la cuchara me desarmo me culpo me disculpo sonrío ante algún recuerdo me perdono lo perdono la cuchara juguetea con la panceta las lentejas humean quiebran la rutina vencen el frío ese frío de uno solo tan de uno solo de uno solo ©Elisabet Cincotta vos no pediste nada los otros hicieron quisieron atropellaron desahuciaron arrinconaron violaron y allí vos pariéndote sin saberlo pariéndote de una madre tan niña tan niña tan sola tan mudez que no entendía que su dolor se podría transformar en belleza y allí estás entre escombros con llanto de vida con frío de muerte y sonrisa de amor y allá está ella tan muda tan niña tan etiquetada tan sola ©Elisabet Cincotta Hoy me duele todo y cuando digo todo es eso: todo, el cuerpo, el pensamiento, el sol y esta puta garúa ficticia que estremece latidos, hasta el silencio cuando lo hay, y las palomas se callan y los moscardones no golpean en el vidrio de la ventana, hasta tu sonrisa me duele esa y la otra, la del viento que arremetía contra mis ojos, para disimular lágrimas, cuando te despedías y la otra, la del ramo de rosas, incomprensible, del regreso, del intento pongamos. Hoy me duele el atardecer y seguro la noche abarrotada de chocolates y sonidos a papel celofán. Y mañana ¡ah! mañana es otra cosa. Mañana dicen que lloverá y si llueve solo me dolerá el recuerdo de un techo de zinc en la pobreza. Pero hoy me duele todo, hasta las palabras que quieren ser poema. ©Elisabet Cincotta Hudson, Buenos Aires
4 comentarios
Elisabet -
Abrazos
Amalia López -
Con cariño. Amalia
Ariel L -
En los otros poemas recorre la tristeza suave y las palabras que quieren ser poemas lo han logrado y te aseguro que calan hondo.
Un gusto leerte, te felicito.
Ariel
betty badaui -
Hasta la próxima, un abrazo
Betty